En mis inocentes años como preparatoriana jamás me di cuenta de lo motivadora y alentadora que podía ser la clase de Educación para la Salud y mucho menos del lado amable de ser salvada por la Maniobra de Heimlich....
A estas alturas de mi vida la respiración boca a boca ya no me es suficiente, quiero que me apliquen la de Heimlich!
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