Primer Sabado de Septiembre del Doble Uno. Frente al espejo hay más de lo que tu buscas, un desliz lento de mi ropa, un toque suave de tu mano, y yo te sigo, mientras me miras tan superficial. Tengo tanto pero me siento vacía... está prohibido ver más hallá de el lugar en el que me encuentro, de el lugar en el que me colocas. Ante tus ojos soy como frío plástico, y no te interesa buscar más.
Me cubro en hierro para resguardar mi debilidad mientras todas las miradas posan sobre mi, finjo que no me importa, finjo que me encanta cuando me llenas de halagos, los mismos que dedicas a cualquiera, y unicamente logras hacerme sentir materializada. Tú me buscas para llenarte y yo acepto para encontrar en tí la posibilidad de convertirme en algo más que tu uso pasional.
Elegí un camino empedrado, lo sé, y como pedirte que ames mi esencia si mis razones iniciales tampoco son sinceras. Estoy cansada de la gente que besa y se va, hay veces en las que necesito algo más que tu piel, tan áspera cuando me dejas, y como buscar donde no tienes nada que ofrecerme, después desapareces. Hago mal, pero no hay otra manera en la que te pueda tener, un momento mío, pienso, estás conmigo, sólo conmigo... me vuelvo egoísta y disfruto la existencia del número 2. Tratas de engañarme y yo te engaño creyendote para que al final del día volvamos a ser amnésicos desconocidos.
Y así han pasado historias que se escriben sobre las sábanas en las que todos se pierden, para sentirme acompañada, mientras que afuera se aman tan bizarro, y yo no quiero terminar así, engañada como ellas pero tampoco sola como ahora. Me litifico protegiendome en lo que encuentro solución a mis conflictos internos que sólo me confunden, me dividen, soy cuerpo contra alma, y espero paciente otras veces impaciente al único que logre unificarme, al que no solo me vea como un cuerpo y se atreva a amarme después de que el día acabe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario